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ICE Reabre ‘Prisiones Zombi’ Para Detener Más Inmigrantes

En su afán por cumplir con la agenda de Trump, la agencia está reutilizando prisiones que fueron cerradas por su historial problemático.

An aerial photo shows a prison facility composed of over half a dozen buildings, with trees surrounding much of the property. In the foreground, there are activists gathered with signs and banners near the facility.
Activistas se manifiestan contra el Centro Correccional North Lake en Baldwin, Michigan, el 4 de julio de 2025. El centro, propiedad del Grupo GEO, reabrió como uno de los centros de detención de inmigrantes más grandes del Medio Oeste del país.

Al escuchar los rumores de que el Centro Penitenciario North Lake, en una zona rural de Michigan, reabriría como un centro de detención de ICE, Shelly Keene se puso a trabajar en una lista de unas 75 personas que necesitaban empleo y podían ser una buena opción.

Keene es la directora ejecutiva de Michigan Works! West Central, un programa de desarrollo laboral. El centro de detención está en el condado de Lake, una de las comunidades más pobres del estado. Ella esperaba que la reapertura generara empleos bien remunerados y, además, beneficios económicos adicionales para la zona.

La lista de posibles empleados resultó larga y fácil de armar. Y fue así por una razón: en 26 años, esta era la cuarta vez que la instalación reabría, generando un ciclo de altibajos con despidos y contrataciones relámpago. Desde 1999 ha sido un centro de detención juvenil estatal, ha recibido a prisioneros adultos de otros estados que se quedaron sin espacio en sus propias cárceles y también ha funcionado como prisión federal.

Este artículo ha sido publicado en colaboración con Univision.

North Lake no es una excepción. La administración Trump está desesperada por encontrar lugares donde detener inmigrantes, y resulta más rápido reabrir instalaciones antiguas que construir unas nuevas. En Estados Unidos, con su historial de encarcelamiento masivo, hay un exceso de edificios vacíos disponibles para usar.

En las últimas décadas se han cerrado prisiones en todo el país, a veces por malas condiciones o por reformas en el sistema de justicia penal que redujeron la población encarcelada, pero luego reabrieron con otra función. La capacidad casi zombi de estas prisiones para revivir ha resultado especialmente útil para los objetivos de la administración Trump.

Prisiones zombis destinadas a detener inmigrantes han sido reutilizadas, o están bajo consideración, en Minnesota, Colorado, Tennessee, Michigan, California, Louisiana, Georgia, Oklahoma, Florida y Arizona.

Estas instalaciones recicladas muestran lo profundamente entrelazadas que están las infraestructuras penal y migratoria. También ilustran lo difícil que es cerrar por completo una prisión una vez que ha sido construida.

Las cifras oficiales del gobierno no siempre reflejan con precisión cuántos inmigrantes están detenidos. Pero, según ICE, al 24 de agosto la cifra de inmigrantes detenidos se disparó a más de 61,000. Y el nuevo presupuesto federal ha asignado 45,000 millones de dólares para la detención de inmigrantes, lo que prácticamente garantiza que el número de instalaciones seguirá creciendo.

Eunice Cho, asesora principal del National Prison Project de la ACLU, dijo que las empresas privadas y las economías locales tienen incentivos financieros para seguir llenando las celdas en las que ya invirtieron dinero. “¿Cómo podemos imaginar formas de cerrar estas instalaciones para siempre?”, preguntó Cho. “Reutilizarlas y alejar a las economías locales de una economía carcelaria para asegurarnos de que estos no sean espacios de detención que puedan llenarse fácilmente con nuevas personas”.

North Lake es administrada por GEO Group, una de las empresas de prisiones privadas más grandes del país. Su cierre más reciente ocurrió después de que la Oficina Federal de Prisiones rescindiera su contrato debido a una orden ejecutiva del entonces presidente Joe Biden. Esa orden prohibía los contratos entre cárceles privadas y el Departamento de Justicia. La medida fue celebrada por muchos, que señalaron un preocupante historial de abusos y negligencia dentro de las prisiones privadas. Pero muchos de esos edificios quedaron intactos, y algunos ahora están reabriendo como centros de detención de ICE.

En Louisiana, donde se encuentran muchos inmigrantes que fueron arrestados en otras partes del país, el estado cerró varias prisiones después de que reformas en las condenas y la libertad condicional permitieran reducir la población encarcelada. Pero esos edificios vacíos fueron reutilizados y ahora siete de los nueve centros de ICE allí operan en antiguas prisiones o cárceles locales. Otro es una cárcel que sigue en funcionamiento y alquila camas adicionales a ICE.

ICE también está considerando reabrir varias instalaciones penales cerradas en Colorado. Y se espera que la ampliación del centro de detención de Folkston, en Georgia, lo convierta en uno de los mayores centros de detención de inmigrantes del país. El plan incluye reutilizar la prisión cercana de D. Ray James, que antes alojaba prisioneros federales.

North Lake, en el oeste de Michigan, reabrió a comienzos de este verano como el Centro de Procesamiento North Lake, apenas unos meses después de que ICE firmara un contrato con GEO Group. Se espera que se convierta en uno de los mayores centros de detención de inmigrantes del Medio Oeste.

Abogados de inmigración y activistas temen que la reapertura apresurada de los centros, muchos de ellos en zonas rurales con opciones limitadas para contratar personal, los deje sin suficiente personal médico, servicios de traducción ni apoyo legal. “Creo que la rapidez de esa reapertura refleja el ambiente caótico que siempre asociamos con GEO Group y la forma en que recortan gastos, y que por encima de todo buscan ganar dinero”, dijo JR Martin, miembro de No Detention Centers in Michigan.

En una declaración escrita, un vocero de GEO Group dijo que sus instalaciones cumplen con los estándares de detención de ICE y que los servicios de apoyo incluyen atención médica, acceso a visitas legales y servicios de traducción. ICE no respondió a una lista detallada de preguntas.

Algunos residentes locales, sin embargo, celebran el regreso de North Lake. Una exempleada de la prisión, que pidió no ser identificada por temor a que afectara sus futuras oportunidades de empleo, dijo que pensaba que impulsaría la economía local. Comenzó a trabajar allí cuando la instalación albergaba personas para la Oficina Federal de Prisiones. El empleo le permitió mejorar su calidad de vida y saldar deudas. Contó que, cuando la instalación cerró, vio cómo algunos de sus excompañeros perdieron sus casas y autos.

Pero después de ver la cárcel abrir y cerrar tantas veces, no se volverá a postular. “Me encantaba el trabajo. Me encantaba estar allí. Pero necesito esa estabilidad.”

Eric Lampinen colabora con grupos políticos y activistas locales, incluido el Partido Demócrata en el cercano condado de Manistee. Dijo que GEO Group se aprovecha de la desesperación por conseguir empleo en las zonas rurales. “Mientras GEO promete crecimiento económico, lo único que produce es caos económico”, señaló Lampinen.

Estudios sobre cómo las prisiones y cárceles afectan a las economías locales sugieren que los beneficios pueden ser limitados. Un estudio reciente indica que, aunque las prisiones pueden generar algunos empleos, no aportan un impulso económico más amplio.

Setareh Ghandehari, directora de defensa de los derechos en Detention Watch Network, una coalición que busca abolir la detención de inmigrantes, señala que para quienes quieren acabar con la detención es fundamental cerrar por completo las instalaciones -no solo retirar a ciertos grupos de personas.

Pone como ejemplo la cárcel del condado de Etowah, en el norte de Alabama. ICE dejó de detener personas allí en 2022 debido a “un largo historial de deficiencias graves identificadas durante las inspecciones de la instalación”, según un comunicado de prensa de ICE. Pero el lugar siguió albergando a personas acusadas de delitos, y la cárcel nunca cerró del todo. Y ahora, una vez más, está recibiendo detenidos de ICE. “Una vez que la infraestructura está en pie… existe el incentivo de mantener esas instalaciones llenas, para ganar dinero y justificar su existencia”, dijo Ghandehari.